martes, 30 de julio de 2013

APRENDIZAJE COLABORATIVO (SALAS)


APRENDIZAJE COLABORATIVO
Por: CARLOS SALAS

Definición
Se entiende el aprender como un proceso amplio, integral y continuo en el cual los sujetos desarrollan o adquieren conocimientos, habilidades y actitudes para sobrevivir y responder creativamente a los cambios en el medio, evolucionar, transformar y progresar. Además, es un proceso de socialización en el cual los modelos mentales se van estructurando coherentemente para determinar la manera de pensar, sentir y actuar.
El aprendizaje, aunque es un fenómeno individual, se da en un marco social de relaciones, interrelaciones y de ayuda que implican un afecto mutuo. Todo esto hace posible un saber saber, que está relacionado con el conocimiento, la comprensión del mundo y la información; un saber hacer, que pone en práctica el conocimiento y hace posible la formación integral y el desarrollo de habilidades y destrezas como comunicarse, argumentar, reconocer al otro y autoevaluarse críticamente y, por último, el saber ser, relacionado con la expresión de sentimientos, intereses y valores, con la capacidad de dar cuenta de los actos, la autonomía entendida como la relación con la norma, la aceptación del otro con sus creencias, la personalidad y el compromiso.
En la dimensión del saber vivir se tiene presente que el hombre es un ser social que vive en relación con otros, y los grupos son las formas de expresión de los vínculos que se establecen entre las personas para sobrevivir, crecer y desarrollarse. Las soluciones a la mayoría de los problemas de la sociedad contemporánea, que son muchos, difícilmente se logran por acciones individuales y aisladas. Se necesita de la comunidad de esfuerzos para lograr el desarrollo. En tal sentido, la escuela debe preocuparse cada vez más por enseñar a los alumnos a relacionarse y participar (Ferreiro, 2000)
Pros y contra del aprendizaje colaborativo
Es así como el aprendizaje colaborativo se presenta como una alternativa (en tanto metodología dinámica, participativa, de construcción social de la personalidad) en el uso compartido del conocimiento, en el derecho de todos a aprender de todos, en el valor de los sentimientos. El aprendizaje colaborativo hace posible que la igualdad de derechos se convierta en igualdad de oportunidades, pues permite descubrir el valor de trabajar juntos, privilegia entre los estudiantes el respeto, la tolerancia, el pensamiento crítico y creativo, la habilidad de tomar decisiones, la autonomía y la autorregulación. Por lo tanto, el aprendizaje colaborativo se puede considerar como un modelo educativo innovador que propone una manera distinta de organizar lo que sucede en el aula e implica agrupar a los estudiantes en equipos pequeños y heterogéneos, para potenciar el desarrollo de cada uno de éstos con la colaboración de los demás miembros del equipo.
La aplicación del aprendizaje colaborativo en el aula presenta cierta resistencia entre los estudiantes, y de manera enfática entre los más aventajados, porque están acostumbrados a involucrarse en una lucha de ganadores y perdedores en la que quieren ser siempre los mejores, y en los alumnos no aventajados porque no creen que tengan posibilidades de éxito; ambas situaciones competitivas desarrollan una interdependencia negativa en el logro de sus propósitos de aprendizaje. Los estudiantes también prefieren trabajar de manera individual, en sus propios objetivos de aprendizaje; sus propósitos nada tienen que ver con lo que hagan los demás y, de igual forma, los propósitos de los demás nada tienen que ver con él; ésto es consecuencia lógica de la cultura del individualismo que suele predominar en el entorno educativo.
Desarrollo del compromiso
Realmente el aprendizaje colaborativo implica mayor compromiso del estudiante en relación con el desarrollo de habilidades personales, lo cual hace necesario una interacción cara a cara de una manera continua, que exige muchas horas en común no fácil de lograr, pero ésto puede ser superado con los servicios de las redes telemáticas cuyas características de asincronismo pueden favorecer dicha interacción. En este sentido, las tic favorecen la estrategia de aprendizaje colaborativo, pues hacen posible la visión de “comunidad virtual”, y de “círculos de aprendizaje” donde se:
  • Desarrollan diferentes niveles de comunicación.
  • Supera fácilmente la parte conflictiva que genera la sola interacción cara a cara.
  • Recupera la participación masiva de los estudiantes.
  • Colocan a disposición de los estudiantes, cuándo y dónde lo necesiten, los materiales de las asignaturas.
  • Favorece la comunicación del estudiante con su docente y con sus compañeros.
  • Supera la dispersión geográfica del alumnado.
  • Posibilita que un grupo de personas comparta documentos, ya sea para su elaboración o para tomarlos como base en una discusión.
  • Permite el acceso de múltiples usuarios que abordan y modifican el mismo documento.
  • Facilita la comunicación sincrónica: chat, videoconferencia y tableros compartidos
  • Admite ambientes colaborativos integrados, como grupos de discusión y listas de correo.
Comparación entre lo que es, y lo que no es aprendizaje colaborativo
          NO ES APRENDIZAJE COLABORATIVO
SI ES APRENDIZAJE COLABORATIVO
Elegir un líder en cada equipo
Aprender que todos somos líderes
Realizar actividades individuales donde resulte que quien termine primero le ayuda a su compañero
Hacer reestructuración activa del contenido mediante la participación grupal
Estructura una tarea que no requiere un trabajo en conjunto
Ser responsable del aprendizaje individual y del aprendizaje de sus compañeros de grupo
Intercambiar información, pero no estar motivado a enseñar lo que se sabe.
Aprender a desarrollar conocimientos habilidades, actitudes y valores en equipo
Agrupar estudiantes para realizar un trabajo
Aprender en comunidad
Estructurar actividades de tal forma que los estudiantes se involucren en una lucha por ver quién es el mejor (competencia).
Construir socialmente el conocimiento
Trabajar independientemente, cada estudiante, a su propio ritmo, hasta alcanzar el éxito (individualismo)
CINCOS PRINCIPIOS PARA  LOGRAR UN APRENDIZAJE COLABORATIVO:
v  Primer principio. Interdependencia positiva
Es el elemento central del aprendizaje colaborativo, incluye las condiciones de organización y de funcionamiento que deben darse al interior del grupo. Los miembros del grupo necesitan tener claro, en forma individual, que sus esfuerzos no sólo los benefician particularmente, sino igualmente a los demás integrantes. La interdependencia positiva crea un compromiso con el éxito de otras personas, además del propio. Lo anterior conlleva a una motivación de cada uno de los participantes del grupo a esforzarse al máximo.
Los participantes en grupos colaborativos obtienen resultados que superan la capacidad individual. Sin embargo, tienen dos responsabilidades: aprender el material asignado y asegurarse que todos los miembros del grupo también lo hagan. El estudiante necesita aprender a conocer y valorar su dependencia mutua con los demás.
El docente promueve la interdependencia positiva al hacer que los estudiantes realicen tareas comunes y al pedirles cuentas en forma individual y grupal. Si se desea que los estudiantes disfruten trabajando en grupos colaborativos, es necesario que sientan que sus esfuerzos son apreciados y que se les respeta como individuos; esto implica que el esfuerzo que hace un estudiante por aprender y estimular el aprendizaje de los demás es observado, reconocido, valorado y festejado.
v  Segundo principio. Interacción estimuladora, Interacción promotora cara a cara.
 Se relaciona con facilitar el éxito del otro por parte de los propios integrantes del grupo. La participación de todos es importante, no hay lugar para las personas que necesitan opacar a los demás. Los integrantes de un grupo que cumplen con este principio no presentan niveles de ansiedad y tensión, saben que todos se necesitan.
Los estudiantes deben realizar juntos una labor en la que cada uno promueva el éxito del otro, compartiendo los recursos existentes de una manera eficaz y eficiente, ayudándose tanto en lo académico como en lo personal, por ejemplo, explicando al otro lo que sabe y respaldándose en su empeño por aprender.
v  Tercer principio. Habilidades interpersonales y de equipo.
Las habilidades sociales son necesarias para el éxito en el trabajo grupal y se requiere enseñarlas en forma directa, pues no aparecen mágicamente y aprenderlas no es diferente a aprender a manipular un voltímetro, aprender las leyes de Newton, aprender métodos estadísticos; necesitan un proceso de aprendizaje hasta que se conviertan en conductas automáticas; es mejor si se enseñan desde muy temprana edad.
En este sentido, el aprendizaje colaborativo es más complejo que el competitivo o el individualista, porque requiere que se aprendan prácticas relacionadas con el trabajo en grupo como: Saber cómo ejercer la dirección, tomar decisiones, crear un clima de confianza, comunicarse, involucrarse en controversias fructíferas y manejar conflictos.
La enseñanza de las habilidades interpersonales se puede clasificar de acuerdo al nivel de conocimiento de las mismas, el docente puede sugerir a los estudiantes una actividad en grupo, para realizar un diagnóstico del nivel de conocimiento que ellos tienen de las habilidades interpersonales para tomar decisiones con respecto a su enseñanza.
v  Cuarto principio. Responsabilidad individual y grupal.
El trabajo individual es el elemento básico para la construcción del conocimiento, por lo tanto, no rivaliza con el trabajo en grupo, por el contrario, aquello que el estudiante realiza en grupo puede y debe dar cuenta en forma individual. Cada miembro del conjunto debe asumir íntegramente su tarea y, además, tener los espacios para compartirla con el grupo y recibir sus contribuciones.
El objetivo del colectivo de aprendizaje colaborativo es fortalecer a cada miembro individual; es decir, los alumnos aprenden juntos para poder luego desempeñarse mejor como individuos. Necesariamente cada miembro del grupo asume la responsabilidad y hace responsables a los demás de realizar un buen trabajo para cumplir los objetivos en común.
v  Quinto principio. Procesamiento grupal.
El quinto principio del aprendizaje colaborativo es la evaluación grupal, que se entiende como la reflexión que ha de realizar el grupo de una forma continua para identificar qué acciones resultaron útiles, para seguir realizándolas, y qué acciones no fueron adecuadas, cuáles no se realizaron, se hicieron de manera incorrecta o definitivamente no eran las apropiadas para realizar la tarea. En cierto modo, es identificar las “alertas” en un proceso de seguimiento realizado por cada grupo con el único fin de mejorar.
Todos los miembros del grupo deben evaluar en qué medida están alcanzando sus metas, determinar las acciones positivas y negativas de cada uno para tomar decisiones acerca de cuáles conductas conservar y/o cuáles modificar. El docente debe estructurar algunas actividades en las que pueda comprobar que el grupo está realizando su procesamiento grupal, por ejemplo: un día sin previo aviso se les pregunta individualmente que enumeren las actividades que han modificado, las que han conservado y las nuevas que han propuesto después de una evaluación grupal. Todos los integrantes deben responder de igual manera si efectivamente han realizado el procesamiento grupal.

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