APRENDIZAJE
COLABORATIVO
Por:
CARLOS SALAS
Definición
Se entiende el aprender como un proceso
amplio, integral y continuo en el cual los sujetos desarrollan o adquieren
conocimientos, habilidades y actitudes para sobrevivir y responder
creativamente a los cambios en el medio, evolucionar, transformar y progresar.
Además, es un proceso de socialización en el cual los modelos mentales se van
estructurando coherentemente para determinar la manera de pensar, sentir y
actuar.
El aprendizaje, aunque es un fenómeno individual,
se da en un marco social de relaciones, interrelaciones y de ayuda que implican
un afecto mutuo. Todo esto hace posible un saber saber, que está
relacionado con el conocimiento, la comprensión del mundo y la información; un saber
hacer, que pone en práctica el conocimiento y hace posible la formación
integral y el desarrollo de habilidades y destrezas como comunicarse,
argumentar, reconocer al otro y autoevaluarse críticamente y, por último, el saber
ser, relacionado con la expresión de sentimientos, intereses y valores, con
la capacidad de dar cuenta de los actos, la autonomía entendida como la
relación con la norma, la aceptación del otro con sus creencias, la
personalidad y el compromiso.
En la dimensión
del saber vivir se tiene presente que el hombre es un ser social que vive en
relación con otros, y los grupos son las formas de expresión de
los vínculos que se establecen entre las personas para sobrevivir, crecer y
desarrollarse. Las soluciones a la mayoría de los
problemas de la sociedad contemporánea, que son muchos, difícilmente se logran
por acciones individuales y aisladas. Se necesita de la comunidad de esfuerzos
para lograr el desarrollo. En tal sentido, la escuela debe preocuparse cada vez
más por enseñar a los alumnos a relacionarse y participar (Ferreiro, 2000)
Pros y
contra del aprendizaje colaborativo
Es así como el aprendizaje colaborativo se presenta como una alternativa
(en tanto metodología dinámica, participativa, de construcción social de la
personalidad) en el uso compartido del conocimiento, en el derecho de todos a
aprender de todos, en el valor de los sentimientos. El aprendizaje
colaborativo hace posible que la igualdad de derechos se convierta en igualdad
de oportunidades, pues permite descubrir el valor de trabajar juntos,
privilegia entre los estudiantes el respeto, la tolerancia, el pensamiento
crítico y creativo, la habilidad de tomar decisiones, la autonomía y la
autorregulación. Por lo tanto, el aprendizaje colaborativo se puede considerar
como un modelo educativo innovador que propone una manera distinta de organizar
lo que sucede en el aula e implica agrupar a los estudiantes en equipos
pequeños y heterogéneos, para potenciar el desarrollo de cada uno de
éstos con la colaboración de los demás miembros del equipo.
La aplicación del aprendizaje colaborativo en el
aula presenta cierta resistencia entre los estudiantes, y de manera enfática
entre los más aventajados, porque están acostumbrados a involucrarse en una
lucha de ganadores y perdedores en la que quieren ser siempre los mejores, y en
los alumnos no aventajados porque no creen que tengan posibilidades de éxito;
ambas situaciones competitivas desarrollan una interdependencia negativa en el
logro de sus propósitos de aprendizaje. Los estudiantes también prefieren
trabajar de manera individual, en sus propios objetivos de aprendizaje; sus
propósitos nada tienen que ver con lo que hagan los demás y, de igual forma,
los propósitos de los demás nada tienen que ver con él; ésto es consecuencia
lógica de la cultura del individualismo que suele predominar en el entorno
educativo.
Desarrollo
del compromiso
Realmente el aprendizaje colaborativo implica mayor compromiso del
estudiante en relación con el desarrollo de habilidades personales, lo cual
hace necesario una interacción cara a cara de una manera continua, que exige
muchas horas en común no fácil de lograr, pero ésto puede ser superado con los
servicios de las redes telemáticas cuyas características de asincronismo pueden
favorecer dicha interacción. En este sentido, las tic favorecen la estrategia
de aprendizaje colaborativo, pues hacen posible la visión de “comunidad
virtual”, y de “círculos de aprendizaje” donde se:
- Desarrollan diferentes niveles de comunicación.
- Supera fácilmente la parte conflictiva que genera la sola interacción cara a cara.
- Recupera la participación masiva de los estudiantes.
- Colocan a disposición de los estudiantes, cuándo y dónde lo necesiten, los materiales de las asignaturas.
- Favorece la comunicación del estudiante con su docente y con sus compañeros.
- Supera la dispersión geográfica del alumnado.
- Posibilita que un grupo de personas comparta documentos, ya sea para su elaboración o para tomarlos como base en una discusión.
- Permite el acceso de múltiples usuarios que abordan y modifican el mismo documento.
- Facilita la comunicación sincrónica: chat, videoconferencia y tableros compartidos
- Admite ambientes colaborativos integrados, como grupos de discusión y listas de correo.
Comparación entre lo que es, y lo que no es aprendizaje colaborativo
NO ES APRENDIZAJE COLABORATIVO
|
SI ES APRENDIZAJE
COLABORATIVO
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Elegir un líder en cada
equipo
|
Aprender
que todos somos líderes
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Realizar actividades
individuales donde resulte que quien termine primero le ayuda a su compañero
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Hacer reestructuración activa del contenido mediante la participación
grupal
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Estructura una tarea que
no requiere un trabajo en conjunto
|
Ser responsable del
aprendizaje individual y del aprendizaje de sus compañeros de grupo
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Intercambiar información,
pero no estar motivado a enseñar lo que se sabe.
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Aprender a desarrollar
conocimientos habilidades, actitudes y valores en equipo
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Agrupar
estudiantes para realizar un trabajo
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Aprender en comunidad
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Estructurar
actividades de tal forma que los estudiantes se involucren en una lucha por
ver quién es el mejor (competencia).
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Construir socialmente el
conocimiento
|
Trabajar
independientemente, cada estudiante, a su propio ritmo, hasta alcanzar el
éxito (individualismo)
|
|
CINCOS
PRINCIPIOS PARA LOGRAR UN APRENDIZAJE
COLABORATIVO:
v
Primer principio. Interdependencia positiva
Es el elemento central del
aprendizaje colaborativo, incluye las condiciones de organización y de
funcionamiento que deben darse al interior del grupo. Los miembros del grupo
necesitan tener claro, en forma individual, que sus esfuerzos no sólo los benefician
particularmente, sino igualmente a los demás integrantes. La interdependencia
positiva crea un compromiso con el éxito de otras personas, además del propio.
Lo anterior conlleva a una motivación de cada uno de los participantes del
grupo a esforzarse al máximo.
Los participantes en grupos colaborativos
obtienen resultados que superan la capacidad individual. Sin embargo, tienen
dos responsabilidades: aprender el material asignado y asegurarse que todos los
miembros del grupo también lo hagan. El estudiante necesita aprender a conocer
y valorar su dependencia mutua con los demás.
El docente promueve la interdependencia
positiva al hacer que los estudiantes realicen tareas comunes y al pedirles
cuentas en forma individual y grupal. Si se desea que los estudiantes disfruten
trabajando en grupos colaborativos, es necesario que sientan que sus esfuerzos
son apreciados y que se les respeta como individuos; esto implica que
el esfuerzo que hace un estudiante por aprender y estimular el aprendizaje de
los demás es observado, reconocido, valorado y festejado.
v Segundo principio.
Interacción estimuladora, Interacción promotora cara a cara.
Se
relaciona con facilitar el éxito del otro por parte de los propios integrantes
del grupo. La participación de todos es importante, no hay lugar para las
personas que necesitan opacar a los demás. Los integrantes de un grupo que
cumplen con este principio no presentan niveles de ansiedad y tensión, saben
que todos se necesitan.
Los estudiantes deben realizar
juntos una labor en la que cada uno promueva el éxito del otro, compartiendo
los recursos existentes de una manera eficaz y eficiente, ayudándose tanto en
lo académico como en lo personal, por ejemplo, explicando al otro lo que sabe y
respaldándose en su empeño por aprender.
v
Tercer principio. Habilidades interpersonales y de equipo.
Las habilidades sociales son
necesarias para el éxito en el trabajo grupal y se requiere enseñarlas en forma
directa, pues no aparecen mágicamente y aprenderlas no es diferente a aprender
a manipular un voltímetro, aprender las leyes de Newton, aprender métodos
estadísticos; necesitan un proceso de aprendizaje hasta que se conviertan en
conductas automáticas; es mejor si se enseñan desde muy temprana edad.
En este sentido, el aprendizaje
colaborativo es más complejo que el competitivo o el individualista, porque
requiere que se aprendan prácticas relacionadas con el trabajo en grupo como:
Saber cómo ejercer la dirección, tomar decisiones, crear un clima de confianza,
comunicarse, involucrarse en controversias fructíferas y manejar conflictos.
La enseñanza de las habilidades interpersonales
se puede clasificar de acuerdo al nivel de conocimiento de las mismas, el
docente puede sugerir a los estudiantes una actividad en grupo, para realizar
un diagnóstico del nivel de conocimiento que ellos tienen de las habilidades
interpersonales para tomar decisiones con respecto a su enseñanza.
v
Cuarto principio. Responsabilidad individual y grupal.
El
trabajo individual es el elemento básico para la construcción del conocimiento,
por lo tanto, no rivaliza con el trabajo en grupo, por el contrario, aquello
que el estudiante realiza en grupo puede y debe dar cuenta en forma individual.
Cada miembro del conjunto debe asumir íntegramente su tarea y, además, tener
los espacios para compartirla con el grupo y recibir sus contribuciones.
El
objetivo del colectivo de aprendizaje colaborativo es fortalecer a cada miembro
individual; es decir, los alumnos aprenden juntos para poder luego desempeñarse
mejor como individuos. Necesariamente cada miembro del grupo asume la
responsabilidad y hace responsables a los demás de realizar un buen trabajo
para cumplir los objetivos en común.
v
Quinto principio. Procesamiento grupal.
El quinto principio del aprendizaje
colaborativo es la evaluación grupal, que se entiende como la reflexión que ha
de realizar el grupo de una forma continua para identificar qué acciones
resultaron útiles, para seguir realizándolas, y qué acciones no fueron
adecuadas, cuáles no se realizaron, se hicieron de manera incorrecta o
definitivamente no eran las apropiadas para realizar la tarea. En cierto modo,
es identificar las “alertas” en un proceso de seguimiento realizado por cada
grupo con el único fin de mejorar.
Todos los miembros del grupo deben
evaluar en qué medida están alcanzando sus metas, determinar las acciones
positivas y negativas de cada uno para tomar decisiones acerca de cuáles
conductas conservar y/o cuáles modificar. El docente debe estructurar algunas
actividades en las que pueda comprobar que el grupo está realizando su
procesamiento grupal, por ejemplo: un día sin previo aviso se les pregunta
individualmente que enumeren las actividades que han modificado, las que han
conservado y las nuevas que han propuesto después de una evaluación grupal.
Todos los integrantes deben responder de igual manera si efectivamente han
realizado el procesamiento grupal.
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